Treta nùmero chorromil de los despachines para acabar psicologicamente con los pobres deudores.
Cinco o seis de la mañana, suena el caracho telèfono, y en el momento en que uno contesta.................... del otro lado de la lìnea nadie dice nada, solo se escucha el malèfico teclear de las computadoras de los despachos y unos susurros macabros capaces de enloquecerlo a uno, sobre todo si la llamada se ha realizado en fin de semana, pero peor aùn, cuando estas llamadas son por la noche, cuando uno intenta dormir, descansar despuès de un largo dìa de trabajo y ya cuando te estàs entregando a los brazos apapachadores de morfeo suena el chingado telèfono, y mucho pero mucho peor es si la llamada en cuestiòn se realiza en una noche de tormenta utssssss es increìblemente aterradora, y no se conforman con hacerlo una sola vez, nooooo, lo hacen varias veces y en todas con la misma tècnica atormentadora digna de la KGB..............utssss tengo la extraña impresiòn de que los empleados de los despachines tienen por consigna una de dos O COBRAS O ENLOQUECES AL DEUDOR.
Ay chingao, creo que ahora si, he enloquecido, ¿podrè demandar a los despachos por esto? Serìa fantàstico, una buena demanda por haber acabado con mi escasa salud mental. voy viendo como se hace, mientras tanto desconecto el telèfono e intento dormir, a ver si no sueño con cobradores persiguiendome.
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